Diguan, un ejemplo para lo más chicos que padecen DIABETES TIPO 1
Diguan nació a mediados de julio de 2014 (por lo menos, de manera oficial en su cuenta de Facebook). Es un adolescente con muchas aficiones. Dicen que se define por su buena onda y porque es muy sociable. Además de eso, tiene diabetes al igual que 383 millones de personas en el mundo. La diabetes que padece es la tipo 1 que es muy diferente de la tipo 2. Por eso, lo mejor es que hagamos un rápido repaso sobre qué es la diabetes tipo 1, qué la causa y cuáles son los cuidados necesarios.
Tomando lo que explica la Federación Internacional de Diabetes en su Atlas de la Diabetes sexta edición, podemos decir que la diabetes es un tipo de enfermedad crónica que ocurre cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no puede usarla de manera adecuada.
“La insulina es una hormona producida en el páncreas que permite que la glucosa de los alimentos entre en las células del cuerpo, donde se convierte en la energía necesaria para que funcionen los músculos y los tejidos. Una persona con diabetes no absorbe adecuadamente la glucosa, y la glucosa sigue circulando por la sangre (una afección conocida como hiperglucemia), lo cual daña con el tiempo los tejidos del cuerpo. Este daño puede conducir a una discapacidad y a complicaciones de salud que pueden llegar a ser mortales.”
“La diabetes tipo 1 es causada por una reacción autoinmune, en la que el sistema de defensa del cuerpo ataca las células beta productoras de insulina en el páncreas. Como resultado, el cuerpo ya no puede producir la insulina que necesita. No se sabe muy bien por qué ocurre esto. La enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad, pero generalmente se presenta en niños o adultos jóvenes. Las personas con este tipo de diabetes necesitan insulina todos los días para controlar los niveles de glucosa en sangre. Sin insulina, una persona con diabetes tipo 1 muere.”
De estas dos citas de la Federación Internacional de Diabetes, podemos destacar 3 aspectos básicos de la Diabetes tipo 1:
- No se sabe por qué ocurre (no hay nada que ese niño, joven o adulto haya hecho mal como para que le pase eso).
- Suele darse mayormente en niños.
- El paciente (de 2, 10, 15 o 30 años) necesita controlar sus niveles de glucosa todos los días e inyectarse insulina para poder vivir.
Luego de esta pequeña introducción en la que recordamos a qué nos referimos con diabetes tipo 1, podemos volver a Diguan, ese muñequito azul tan simpático que aparece en la foto de arriba.
El Proyecto Diguan nace gracias a la asociación y trabajo en conjunto de varias organizaciones en España, un país en el cual el foco e interés en la lucha por la diabetes está incrementando y, todos los años, surgen nuevas voces dispuestas a generar un cambio.
Diguan responde a la necesidad de generar un clima de compañía y aceptación para los más chicos. Es un guiño de ojo para aquellos que recién están descubriendo el mundo y ya tienen que pensar en pinchazos, cuentas, controles médicos y cuidados extras para el resto de su vida.
¿Cómo le explicás a un nene de 5 o 10 años que es muy importante que haga sus controles diarios y use la insulina todo el tiempo sino, en el futuro, va a sufrir un paro, le van a amputar una pierna o va a perder la vista? ¿Cómo le decís a un adolescente de 16 años, con todo lo que está atravesando sólo por tener esa edad, que cada seis segundos muere una persona por diabetes en el mundo y que si no se cuida puede ser una de ellas? Esta es la cruda realidad con la que se encuentran millones de familias en todas partes del mundo.
En palabras de Proyecto Diguan:
“La adolescencia es una etapa de la vida en la que suceden rápidos cambios biológicos acompañados de una madurez física, cognitiva y emocional. Para los adolescentes con diabetes tipo 1, estos cambios implican problemas específicos para el control de la enfermedad. El proyecto se ha llevado a cabo para fomentar la educación terapéutica y reforzar la importancia de la adherencia en los adolescentes con diabetes tipo 1, y al mismo tiempo dar a conocer la diabetes al entorno personal y social del adolescente, facilitando así la normalización de la enfermedad.”
Ser adolescente no es fácil y la diabetes es un plus. Diguan aparece en el mundo virtual a modo de Blog para mostrarles mediante videos cuales son las situaciones normales de un joven con diabetes y cómo solucionar pequeños inconvenientes.
También tiene su propio juego en el cual hace más sencilla la dura tarea de aprender a contar carbohidratos (necesario para saber cuánta insulina inyectarse).
Y por último, también está en Facebook para contarnos algunas situaciones graciosas o irritantes por las que pasa día a día.
Con Diguan, los controles diarios, las hipoglucemias, el ejercicio obligado y la abstinencia de dulces pasan de ser complicaciones cotidianas a ser momentos graciosos y simpáticos.
Es imposible no enamorarse de sus comentarios cómplices. Siempre pensando como adolescente pero buscando el lado divertido y positivo de tener diabetes.
Diguan le guiña el ojo a los más chicos y les dice que no están solos, que él los entiende y que son muchos los que viven día a día con este “trabajo”, como suele decir. Un trabajo de 24 horas sin vacaciones ni feriados.
A más de un año de su aparición pública, se convirtió en un ícono de apoyo incondicional para los más jóvenes. Acompañó a varios deportistas con diabetes tipo 1 en sus desafíos y estuvo presente en numerosas convenciones españolas e internacionales sobre la diabetes.
Diguan con VIAJEROS CRÓNICOS
En mayo de 2015, un mes antes de emprender nuestro viaje en bicicleta bajo el proyecto de En bici por la diabetes, Diguan nos guiñó un ojo a nosotros también y se sumó al viaje. Así fue como los creadores de este simpático personaje se entusiasmaron con la idea de un Diguan viajando en bicicleta por el mundo y mandaron a hacer una versión más pequeña para que pudiese viajar con nosotros
Diguan nos alienta en cada subida de montaña y en cada bajada de glucemia. Es ese compañero azul (por el color de la lucha) que nos recuerda que hay muchos niños por el mundo que necesitan el mensaje positivo de “sí se puede”. Son muchos los jóvenes, sobre todo deportistas, que están dedicando sus vidas y sus logros a la causa. Somos muchos los que queremos darles un abrazo y un empujoncito a los más chicos. Palabras de aliento y compañía que muchos no tuvieron en su comienzo y que aún no tienen.
Junto a Diguan, queremos decirles que sí vale la pena cuidarse, vale la pena vivir. Que, como dijo Antonio Lledó, las personas que padecen diabetes desarrollan una fuerza y un valor extraordinarios que muchos no tienen.
No podemos más que agradecer eternamente a la gente de Proyecto Diguan por ese empujoncito que nos dieron días antes de empezar el viaje al enviarnos a Diguan para que nos recuerde siempre por qué estamos viajando en bici y no en auto y por qué hacemos hasta lo imposible para que esto funcione.
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